¿CUÁNTO TIEMPO PODEMOS AYUNAR SIN ENTRAR EN INANICIÓN?

El ayuno terapéutico fue una técnica muy común en los años 60's y 70's, que incluso dio buenos resultados en casos como el de Angus Barbieri, quien en 1966 se sometió a un ayuno de 382 días con el fin de tratar la obesidad que padecía y alcanzar su peso ideal a la edad de 27 años.

Hay un informe publicado en el Postgraduate Medical Journal en 1973, que describe la experiencia que sus médicos vivieron. Según ese informe, Barbieri había entrado al Departamento de Medicina de la Universidad en la Royal Infirmary de Dundee, Escocia, buscando de ayuda para tratar su obesidad mórbida ya que pesaba 207 kilogramos.

• Los doctores le propusieron practicar un ayuno terapéutico, pensando que le ayudaría a perder algo de peso, aunque no esperaban que lo mantuviera. Así fue como los días sin comida se convirtieron en semanas y luego meses hasta pasar el año.

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Aunque los ayunos mayores a 40 días son muy peligrosos para la mayoría de las personas, Barbieri se obsesionó con querer alcanzar su “peso ideal”, que era de 81 kg para su altura y decidió continuar ayunando con ese propósito.

La sorpresa para los médicos fue cómo vivió normalmente su vida diaria ayunando, llegando por sus propios medios al hospital para realizarse exámenes frecuentes.

Las pruebas regulares de azúcar en sangre (glucemia) permitieron que los médicos se dieran cuenta que realmente no estaba comiendo nada, y así las semanas se convirtieron en meses hasta pasar el año sin comer nada.

El único problema que relató durante el proceso de realimentación fue haber olvidado totalmente el sabor de los alimentos.

El ayuno del escocés Barbieri es el record registrado en la medicina que demuestra la extraordinaria capacidad que tiene nuestro cuerpo para adaptarse y sobrevivir, pero no es una práctica que se aconseje y que ningún médico en la actualidad lo recomienda, ya que estos tipos de dietas extremas pueden ser mortales.

• Por lo tanto, el tiempo que cada uno pueda ayunar sin llegar a la inanición va a depender sobre todo de las reservas de grasa acumuladas y de la fuerza de voluntad para mantener un ayuno saludable.

¿CÓMO EL CUERPO HUMANO PUEDE AYUNAR POR PERIODOS LARGOS?

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Durante el ayuno prologado se consumen las propias reservas, siendo la principal fuente de energía los lípidos. Sus ventajas respecto a glúcidos y a las proteínas son que su valor calórico es de 9 kcal/g, por lo cual, con el mismo peso se obtiene más energía, y ocupa menos volumen ya que se almacena en el cuerpo sin retener agua.

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En un artículo científico sobre la fisiología y bioquímica en el ayuno se ejemplifica cómo vive una persona de sus reservas acumuladas usando como ejemplo un hombre con un índice de masa corporal normal que pesa unos 70 kg y 1,70 m de altura con un IMC normal de 24,2. En este caso las reservas APROXIMADAS de energía (principios inmediatos) son las siguientes:

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1. Glúcidos: 300 g (4 kcal/g) = 1.200 kcal. Duran aproximadamente 12 a 24 horas.

2. Lípidos: 10 a 11 Kg (9 kcal/g) = 100.000 kcal. Las grasas son la reserva energética más importante y duran 40 días o más. Es interesante el dato que en sujetos muertos por inanición aún hay depósitos de grasas. 

3. Proteínas: 10,5 kg (4 kcal/g) = 45.000 kcal. Apenas se consumen las proteínas viejas que se reciclan mediante el proceso de autofagia. Esta es otra prueba de que nuestro cuerpo está perfectamente adaptado al modo ayuno ya que no se consumen las proteínas que forman las estructuras de nuestros órganos vitales como pulmones, corazón, cerebro, sistema nervioso, etc. inclusive si nos mantenemos en movimiento durante el ayuno también se mantienen las proteínas de nuestros músculos.

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Como vimos cuando se empiezan a consumir las proteínas deja de ser ayuno para llamarse INANICIÓN. 

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Es muy importante no confundir ayuno con inanición. La inanición sería el período posterior al ayuno, cuando este se prolonga anormalmente y no es saludable.

Si el organismo agota sus reservas de grasa, que como vimos pueden durar varias semanas, entonces este empezará a consumir las proteínas de los órganos vitales llevando a la muerte.